Abrió los ojos y vio el mundo, se sintió sola, y cerró sus manitas, armando sus tiernos y pequeños puños, para protegerse agarrándose de sí misma. Quedó en evidencia que era mujer. Hacía siete días había llegado al planeta tierra.
Microrrelato
Al escritor René Rebetez, En memoria En el Jardín del Caribe –así llamaban a la isla Providencia y Santa Catalina–, al fin hallé esa página de mármol arrullada por el verdor perenne de la hierba, a la orilla de la inquieta eternidad del mar. En medio de la plácida […]
No sabemos si ese hombre semidesnudo es Cristo crucificado en el aire, si es un suicida que se lanzó al abismo y quedó suspendido violando la Ley de la gravedad universal, si brotó del río y empezó su ascenso en cuerpo y alma hacia el cielo, si está parado sobre […]
A Pablo Neruda Estaba tomándome unas fotos en la tumba de Neruda y Matilde, en su casa de Isla Negra, con la ilusión de ver y mostrar que había viajado hasta allá a cumplir el sueño de hacerle una visita. Pero una mujer que también estaba contemplando esas formas inmóviles […]